Los edulcorantes se dividen en naturales, nutritivos y no nutritivos.
Los edulcorantes naturales son los que provienen del azúcar que se encuentra en los alimentos.
Pertenecen a este grupo, entre otros, la glucosa, la fructosa, la galactosa, la sacarosa, la lactosa, la maltosa y la miel.
Los edulcorantes nutritivos, por su parte, son los que se obtienen a partir de sustancias naturales. Pertenecen a este grupo:
-Los azúcares refinados, el jarabe de maíz de alta fructosa, la fructosa cristalina, la glucosa, la dextrosa, los edulcorantes provenientes del maíz, la miel, la lactosa, la maltosa, algunos jarabes, los azúcares invertidos o el jugo concentrado de frutas.
-Los polioles de baja energía o alcoholes del azúcar como sorbitol, manitol, xylitol, isomalt. Se obtienen a partir de glucosa o sacarosa por lo que son sustancias relacionadas con los azúcares que se usan frecuentemente en la elaboración de productos dietéticos para diabéticos, pues se absorben muy lentamente. No contribuyen al desarrollo de la caries dental, pues las bacterias cariogénicas no pueden metabolizarlos tan rápidamente como el azúcar. Por ello, se emplean con frecuencia para edulcorar chicles, caramelos y, en general, productos que pueden permanecer mucho tiempo en la boca. Un consumo frecuente de este tipo de productos implica, como efecto negativo, la aparición de efectos laxante.
-Los hidrolisados de almidón hidrogenados.
Finalmente, los edulcorantes no nutritivos o intensos, llamados también de alta intensidad, pueden ofrecer a los consumidores una manera de disfrutar el sabor de la dulzura con poca o ninguna ingesta de calorías. Este grupo se subdivide en:
-Edulcorantes químicos o artificiales como sacarina, aspartamo, acesulfamo, ciclamato o alitamo. Estos edulcorantes son sustancias no relacionadas químicamente con los azúcares. No aportan calorias porque no son metabolizados.
-Edulcorantes intensos de origen vegetal, como la glicirriza.