Los frutos secos...de todo corazón!


Se han realizado numerosos estudios en los últimos años, pero ha sido desde la inclusión de los frutos secos en la base de la pirámide nutricional de la Dieta Mediterránea cuando la comunidad científica ha reconocido los efectos beneficiosos de los frutos secos sobre la salud.

Y es que se estima que el consumo regular de un puñado de frutos secos reduce el riesgo cardiovascular en un 30-50%. Las grasas más saludables, así denominan los expertos a las grasas insaturadas; el 90% de las grasas de la nuez son insaturadas: contiene ácidos grasos poliinsaturados esenciales Omega-3 y Omega-6 que reducen los niveles de colesterol y de triglicéridos en la sangre y protege de las enfermedades del corazón.

Las almendras.
Con un alto contenido en vitamina E, la almendra proporciona una dosis extra de antioxidantes jugando un papel importante en la prevención de enfermedades coronarias y cáncer. Una ración de almendras de 30g aporta el 50% de la cantidad diaria recomendada de Vitamina E. También contiene vitamina B6.La almendra es el fruto seco con mayor contenido en fibra, importante para facilitar y regular el tránsito intestinal, evitando así el estreñimiento y la prevención de enfermedades cardiovasculares.Las almendras son una fuente importante de minerales como el calcio, necesario para formación y mantenimiento de huesos y dientes, el magnesio, el potasio, el cobre, el fósforo y el cinc. Está especialmente indicada para personas con colesterol elevado, que sufren afecciones óseas, nerviosas o del corazón. Además son muy valiosas para aquellas personas que no consumen productos lácteos, debido al alto contenido en calcio que poseen (100 g de almendras aportan casi el doble de calcio que 100 cc de leche).

Las avellanas.

Como todos los vegetales, no tienen colesterol. Su proteína vegetal es de muy buena calidad, ya que contiene una elevada proporción de arginina, que es un tipo de aminoácido que desarrolla un importante papel para el buen funcionamiento del sistema cardiovascular.
Las avellanas, también, proporcionan muchos minerales saludables como el cobre, el manganeso, el calcio, el potasio y el fósforo. Contienen fibra vegetal. Los ácidos grasos de las avellanas son mayoritariamente insaturados de tipo monoinsaturado y son tan ricas en ácido oleico que se convierten en "auténticas cápsulas naturales de aceite de oliva", por lo que aportan grandes beneficios para el corazón y la salud en general, puesto que reducen los niveles de colesterol.
Son una buena fuente natural de vitamina E, que actúa como antioxidante de los tejidos del cuerpo humano; también aportan vitaminas del grupo B, como la B6 y el ácido fólico. Una ración de 30 g de avellanas aportan un 9% de la cantidad diaria recomendada de ácido fólico, importante para un embarazo sano y para la salud del recién nacido.

Los pistachos.

Es el fruto seco que más proteína contiene después de las almendras. El pistacho posee un alto contenido de grasas insaturadas, sobre todo de tipo monoinsaturadas. Es rico en ácido oleico, el cual ayuda a reducir el nivel de colesterol y de triglicéridos así como la tensión arterial. No contiene colesterol y posee bajos niveles de grasa saturada. Tienen gran cantidad de fitoesteroles y de cobre, magnesio, fósforo y calcio.Los pistachos, además, contienen muchas vitaminas entre las que destaca la vitamina E y el ácido fólico, que gracias a su acción antioxidante reducen el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Otros beneficios derivados del consumo del pistacho son la mejora de la sensibilidad a la insulina.

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